Actualmente Android es uno de los sistemas operativos más usado, ya que
la mayor parte de los smartphones y tabletas lo utilizan. Como además
estos dispositivos son los preferidos por los menores, es necesario
saber qué posibilidades de configuración y protección tenemos a nuestro
alcance.
Ante todo hay que tener en mente que la protección de un dispositivo
no va a ser igual en caso de que lo vaya a utilizar un niño de 9-10 años
que un adolescente de 14-15, se debe adaptar a su edad y necesidades.
Dicho esto, Android ofrece algunas características de protección que
dependen esencialmente de:
- La edad del menor en cuestión. Obviamente
determina los usos que podemos querer permitir o evitar. Lo recomendable
es que los más pequeños tengan un uso limitado, llegando incluso a
generar un entorno seguro que evite la conexión a Internet.
- Las preferencias de sus padres. Una
cuestión plenamente subjetiva, cada cual decidirá cómo quiere educar a
sus hijos y por tanto las normas de uso de los dispositivos móviles que
imponen. A pesar de esta subjetividad siempre debemos recordar que no es
recomendable que los más pequeños tengan acceso totalmente libre a Internet mientras que a los adolescentes tampoco podemos ponerles
especiales barreras ya que por un lado les limitaríamos en exceso y por
otro acabarían encontrando la forma de saltárselas.
- La versión de Android instalada, incluyendo
las modificaciones que haya podido incorporar el fabricante del
dispositivo. En este aspecto existen mayores problemas, ya que muchos
dispositivos no se actualizan a las nuevas versiones cuando son
lanzadas, porque los fabricantes deberían adaptarlas y no lo han hecho, e
incluso existen diferencias en función de si el dispositivo es una
tableta o un smartphone. Además, cada fabricante puede modificar este
sistema operativo, por lo que algunos modelos que sí cuentan con
versiones más actuales no tienen determinadas opciones de configuración.
Esto provoca que no podamos hablar de una forma de protección única
para todos los dispositivos Android ya que cada modelo puede tener unas
opciones diferentes.
Una vez conocidas estas características, y al margen de las
protecciones que se pueden aplicar para el uso de los usuarios de
cualquier edad (para más información se puede visitar la página de la OSI), podemos señalar 3 configuraciones que protegen a los menores y evitan determinados problemas:
1. Usuario limitado
Desde la versión 4.3 (y siempre que el fabricante no lo haya
modificado) podemos establecer diferentes cuentas de usuario en los
dispositivos Android, actuando uno como usuario administrador (con todas
las capacidades de configuración) y los demás como usuarios limitados
(solo podrán hacer lo que el administrador haya decidido de antemano).
Así, podemos tener un perfil para nosotros y otros para cada menor que
vaya a utilizar el dispositivo, cada uno con unas posibilidades de uso.
Para establecer estas cuentas de usuario, en la versión 4.3 de Android, es necesario entrar en “Ajustes” y posteriormente en “Usuario” para poder acceder a “Añadir usuario o perfil” y seleccionar “Perfil Restringido”. En las versiones posteriores la forma de acceso es similar, más allá de que en lugar de “Ajustes” se denomine “Configuración” o algún otro cambio menor.
Una vez que creemos este usuario limitado que deberá utilizar el
menor, debemos configurar (desde la cuenta del adulto/administrador) las
opciones posibles, desde permitir o denegar el acceso a algunas
aplicaciones hasta limitar la posibilidad de hacer llamadas.
2. Instalar una aplicación de control parental o de "launcher" para menores
Se trata de aplicaciones que, de modo similar a la configuración de
usuario limitado, establecen barreras a determinadas funcionalidades.
Los controles parentales cuentan también con un usuario administrador
que establece limitaciones para los demás usuarios, pero sus
funcionalidades pueden ser más amplias (restricción de usos, limitación
de tiempo de utilización del dispositivo, registro de actividad para su
supervisión, etc.).
Por su parte los launcher o aplicaciones de inicio establecen un
entorno predefinido de forma segura para los menores. Se trata de la
aplicación a través de la cual los menores podrán utilizar el
dispositivo y acceder a diferentes juegos, actividades y contenidos
diseñados para su edad. Suele tratarse de un entorno bastante
restringido y es recomendable para los niños más pequeños, mientras que
para adolescentes y preadolescentes puede resultar demasiado
restrictivo.
Podemos encontrar diferentes alternativas de ambos ejemplos (tanto de pago como gratuitas) en la tienda de aplicaciones de Google.
3. Controles en Play Store
En caso de que lo que queramos limitar sea la instalación de
aplicaciones, el acceso a determinadas películas y música, o el pago por
ello, existen otras formas de control propias de la aplicación que
Google utiliza para la obtención de estos contenidos (Play Store).
La más restrictiva es la configuración del control parental propio de
esta app. Accediendo a las opciones de la aplicación, en la sección de “Ajustes” encontraremos una opción llamada “Controles parentales”.
Activándola deberemos establecer una contraseña que será la que nos
solicite cuando queramos realizar alguna de las acciones a las que
pongamos limitación. Podemos centrar estas restricciones en la instalación y compra de, por separado, aplicaciones, películas y música. Las aplicaciones y películas se podrán limitar según la edad para la que están recomendadas (se pueden consultar los criterios de la categorización de las aplicaciones) mientras que la música solamente se filtrará entre las que sus editores marcan que contienen lenguaje “explícito”.
La otra limitación posible se refiere únicamente a los
pagos y compras de contenidos o a través de las aplicaciones. También se encuentra en la sección de “
Ajustes” de la app, “
Pedir autenticación para realizar compras”.
Al activar esta opción se nos solicitará, según la configuración que se
elija, la contraseña de la cuenta vinculada a la Play Store para
aprobar el pago. Obviamente, es necesario que esta contraseña solo la
sepamos los adultos, no compartiéndola con los menores.
El mejor control parental: tú y tus consejos
Todas estas opciones suponen una limitación en el uso que los menores
puedan hacer de los dispositivos, ya que las opciones técnicas
solamente pueden suponer, por ahora, limitaciones. Las demás opciones se
centran en facetas comunicativas y educativas, y deben llevarse a cabo
por alguien, ya que no se pueden delegar en una configuración o en un
programa.
Por ello, a pesar de recordar que estas opciones técnicas son útiles y
están a nuestro alcance, siempre recomendamos la comunicación con los
menores sobre el uso de los dispositivos para que así les podamos educar
y que puedan llegar a utilizarlos de forma segura sin necesidad de
ayuda por nuestra parte.
Para ello consideramos que lo más adecuado es la utilización de las
TIC con los menores cuando son más pequeños, para que a medida que
crecen poder darles mayor autonomía y sepan enfrentarse a las decisiones
por sí mismos.
Este artículo ha sido originalmente publicado en el blog de Menores OSI.
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